La eficiencia energética es uno de los aspectos más relevantes para los fabricantes. Gran parte de su I+D se orienta en este sentido. Las principales firmas saben que el consumidor demanda equipos cada vez más eficientes, tanto por motivos económicos -ahorro de energía- como por una creciente preocupación por el deterioro del planeta -disminución del consumo de recursos, destrucción de la capa de ozono, emisión de gases de ‘efecto invernadero’, etc.-. Todo ello sin obviar el creciente interés acerca del impacto del proceso productivo y de todo el ciclo vida de los materiales del electrodoméstico. “Uno de los puntos de nuestra política medioambiental es la evaluación de los aspectos ambientales desde el inicio de la planificación de productos y servicios. La eficiencia energética es un elemento clave en nuestra estrategia. Aproximadamente el 90% del impacto medioambiental de nuestros productos, a lo largo de todo su ciclo de vida, se produce en la fase de uso y es por eso por lo que nuestros diseños le dan tanta importancia a la eficiencia energética de los aparatos”, afirma Ramón Villacampa, Responsable de Medio Ambiente, Seguridad y Salud Laboral de BSH Electrodomésticos.
En el mismo sentido, Fernando Jiménez, Director de Marketing de Electrolux, explica que la eficiencia energética “es una parte fundamental de nuestro compromiso por la innovación y una de las prioridades de nuestra estrategia. El cambio climático es un reto que define nuestra era. Y, para solucionarlo, nuestra única opción y nuestra responsabilidad es diseñar productos que respeten el medio ambiente. Nos esforzamos día a día por garantizar que nuestros servicios y procesos contribuyan al desarrollo sostenible en todo el ciclo de vida del producto, preocupándonos por cada detalle, desde el impacto en la fabricación, su uso, el reciclaje y, por supuesto, la utilización del material. Nos concentramos especialmente en la fase de uso, porque el 80% del impacto medioambiental de un electrodoméstico se produce durante este periodo. Nuestros frigoríficos hoy consumen un 70% menos de energía que hace 15 años”.
Igualmente, Urtzi Zubiate, Director de I+D+i de Grupo Fagor, indica que “la búsqueda de soluciones que mejoren la eficiencia energética de los electrodomésticos es una prioridad”. “Nuestros esfuerzos en I+D+i están orientados al desarrollo de tecnologías que mejoren la calidad de vida de nuestros clientes, a la vez que minimicen el impacto ambiental, con consumos de agua y energía más responsables. Para ello, contamos con un equipo especializado que trabaja desde nuestros centros de innovación para acercar las últimas tecnologías en lavado, frío o cocción a un público amplio, para que el precio no suponga un freno en su decisión de compra”, añade. Y Ezequiel San Emeterio, Director de Calidad, Innovación y Medio Ambiente de Teka Industrial, reseña que la empresa “está muy concienciada por la mejora constante de la eficiencia energética”. De este modo, anota que la compañía cuenta “con un laboratorio de innovación que busca constantemente soluciones en este sentido en todas las gamas de producto. Somos conscientes de la necesidad que tiene la sociedad en el desarrollo de productos eficientes, que tengan un amplio respeto al medio ambiente desde su consumo y desde su desarrollo”.
Por su parte, Jose F. Rodríguez, Product & Communication Marketing Manager de Indesit, señala que la empresa “ha optimizado en los últimos años la producción de electrodomésticos altamente eficientes, utilizando cada vez más materiales respetuosos con el medio ambiente, tecnologías limpias y un desarrollo de gamas completas de bajo consumo energético”. A su vez, Whirlpool remarca el esfuerzo “para entender y manejar los efectos medioambientales de nuestro negocio, no sólo creando nuevos e innovadores productos que consuman menos energía y agua, sino también mejorando nuestros procesos y usando materiales que minimicen el impacto en el planeta”.