Alguna vez se ha preguntado, ¿quién de nosotros no tiene en casa al menos dos o tres ‘minidomésticos’ de desayuno? Aunque sea a paso lento, la insistencia de los expertos en la relevancia de esta comida para afrontar el día con energía está calando. Por otro lado, hasta aquellas personas que, por el motivo que sea, no quieren o no pueden hacer un desayuno como recomiendan los nutricionistas, no renuncian a realizar un buen desayuno los fines de semana. Por eso, en nuestras casas cada vez tenemos más aparatos que nos ayudan a preparar una comida nutritiva y sabrosa. ¿Qué hogar no dispone de una cafetera, una tostadora o un exprimidor? Pero la gama de PAE de desayuno no se acaba ahí.
El primer café sabe mejor
Este producto es, sin la menor duda, el rey de la familia. Hay muchas personas que, aún saliendo de casa sin hacer un desayuno completo, no se marchan sin tomar el primer café de la mañana. Además, se trata de un producto que extiende su momento de consumo también a otras horas del día. Por otra parte, el ‘boom’ experimentado por las cafeteras exprés monodosis ha vuelto a poner de moda este aparato. «La novedad que está arrasando en los últimos años es la cafetera de cápsulas», afirma Francisco Marco, Marketing Manager para España y Portugal de Electrolux Small Domestic Appliances. Éstos son los distintos tipos de cafetera.
De goteo. Estas máquinas tienen la ventaja de poder realizar sólo una o dos tazas de café para tomar en el momento o hacer más (entre 6 y 12 tazas) y dejarlo hecho para consumirlo más adelante. Además, gracias a las jarras termo y placas calefactoras que incluyen algunos aparatos es posible tomar café caliente cuando se desee. Los modelos actuales también incorporan prestaciones como sistemas antigoteo, apagado automático o depósitos con lectura de nivel de agua. Ciertos equipos incluso disponen de temporizador para programar el encendido de la cafetera poco antes de despertarnos y encontrar el café hecho nada más levantarnos. Asimismo, los filtros permanentes, extraíbles y lavables que suelen incorporar las máquinas han hecho que nos olvidemos del engorro de los antiguos filtros de papel.
Exprés. Es la opción para ‘los más cafeteros’. Se trata de dispositivos capaces de hacer un café cremoso y espumoso que poco o nada tiene que envidiar al de las mejores cafeterías. Para ello, es esencial que el aparato permita suficiente presión. Se ha producido un desembarco masivo de este tipo de productos al mercado, encontrando posibilidades para todos los bolsillos, aunque no todas capaces de satisfacer a los cafeteros más exigentes. Con excepción de los modelos de gama más baja, la mayoría de los equipos ofrecen una presión en torno a 15 bares. Además, todos los aparatos incorporan un vaporizador para espumar la leche, ideal para hacer capuccinos. Incluso algunos modelos dispensan agua caliente para infusiones a través de estos vaporizadores. Hay que señalar que en el mercado hay tanto cafeteras manuales como automáticas. Las primeras permiten regular al usuario la cantidad de agua y café a su gusto, mientras que las automáticas lo hacen ellas por sí solas. Por otra parte, también hay modelos que incorporan molinillo de café, «proporcionando el aroma íntegro del café recién molido», como se señala desde Philips. Y ya hay muchos dispositivos que disponen de display electrónico, panel táctil, indicadores LED, etc. Además, los aparatos más modernos permiten optar entre diferentes tipos de especialidad -capuccino, latte macchiato, espresso, ristretto…- «con sólo pulsar un botón y sin necesidad de mover la taza de sitio», como se reseña desde Jura.
Exprés de cápsulas. Se trata de cafeteras monodosis, en las que el usuario sólo tiene que cargar cápsulas de su tipo favorito de café y degustarlo. Y todo ello de forma rápida, limpia y casi instantánea. Sus características son muy similares a las de las exprés convencionales -en torno a 15 bares, vaporizador, etc.-. Su principal inconveniente es que el coste de cada café es algo superior, aunque su rapidez y sencillez de uso supera con creces esta desventaja. Además, nos aseguramos de un resultado homogéneo en cada café que hagamos. Una vez que encontremos cuál es nuestro tipo de café preferido, estas cafeteras nos deberían asegurar que encontremos siempre ese punto. Y después de tomar el café, limpiar la máquina es algo tan sencillo como retirar la cápsula de aluminio. Por otra parte, el precio de las cápsulas cada vez es un problema menos relevante, pues ya hay fabricantes de café que producen pastillas compatibles, así como cápsulas con la marca propia de algunos súper e hipermercados. Asimismo, hay aparatos multibebida, que además de café también preparan chocolate, latte macchiato, té… Entre las novedades más interesantes destaca la posibilidad de ajustar la altura del dispensador de café para adaptarse a tazas de todos los tamaños. Y también hay modelos capaces de preparar dos tazas simultáneamente.
